La viruela del simio es una enfermedad zoonótica similar a la viruela de los humanos. En 1958, fue descubierta en colonias de simios; en 1970, se reportó el primer caso en humanos en la República Democrática del Congo. La viruela del simio ha sido endémica por décadas y no solamente en países de África. Actualmente, existe un aumento de casos que se propaga en países no endémicos.
Las condiciones reemergentes del virus en países no endémicos son motivo de preocupación. El 23 de julio la OMS declaró emergencia de salud internacional debido a la alta transmisión de la viruela del simio. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad continúa siendo baja.
Tiene un periodo de incubación que puede oscilar entre 5 y 21 días hasta que aparezcan los síntomas: dolor de cabeza, fiebre, dolor de espalda, dolor muscular e inflamación de los ganglios linfáticos, sarpullido que puede ubicarse cerca del área genital o también en otras partes del cuerpo como dorso y extremidades, la cara o la boca. Este sarpullido pasa por varias etapas antes de sanar y tiene la apariencia de granos o ampollas que pueden ser dolorosos o causar picazón. La viruela del mono se puede transmitir desde el momento que aparecen los síntomas hasta que el sarpullido haya sanado, es decir, cuando se caen todas las costras y se forma una nueva piel. Dura por lo general de dos a cuatro semanas.
Actualmente, existen más de 90 países que reportaron casos confirmados de viruela del simio, con más de 40.000 casos y 12 fallecidos hasta el momento. En Bolivia el 2 de agosto se reportó el primer caso y hasta el viernes 19 de agosto había 34 casos diagnosticados oficialmente. Es cierto que, a nivel mundial, la mayoría de casos confirmados corresponde a hombres jóvenes menores de 50 años, que no viajaron recientemente a África y que manifestaron tener sexo con otros hombres. Tampoco recibieron la vacuna contra la viruela humana aplicada hasta 1980, la cual tiene un nivel de protección cruzada con la viruela del mono, con un 85% de efectividad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que la viruela símica se contagia de persona a persona a través del contacto directo cuando el paciente tiene una erupción cutánea (piel, boca, relación sexual) y las lesiones en la zona ano-rectal son de particular preocupación. Expertos todavía están investigando si se puede transmitir a través del semen, secreciones vaginales, orina o heces. Es posible también infectarse con el virus de la viruela símica por proximidad y contacto prolongado, al tocar la ropa, toallas, sábanas, diversos objetos de superficie. Esto significa que el virus no sólo se transmite por relaciones sexuales entre hombres o que es exclusivo de la especie homo sapiens. Recientemente la OMS confirmó el primer contagio de la viruela de un humano a un perro.
Lamentablemente, una autoridad de salud de Bolivia declaró que “en todo el continente americano, el grupo más vulnerable son los varones con cierto tipo de conductas. Se focaliza ahí la enfermedad. En nuestro país todos los casos, los 10 que se presentaron (hasta ese momento) son varones, efectivamente”, declaró la autoridad en una entrevista con un programa meridiano de un canal televisivo.
Que “la población en general debe guardar calma, esta enfermedad se circunscribe a grupos especiales, grupos que tienen cierto tipo de comportamientos y son esos grupos de población en riesgo donde se están dando los diferentes contagios, pero el grueso de la población debe sentirse tranquila, porque esas condiciones no se presentan en la mayor parte de la población” (Página Siete, 21.8.22).
Estas afirmaciones no toman en cuenta las otras formas de contagio de la viruela símica, descritas por la OMS. En consecuencia, aumentan los prejuicios, el estigma y la discriminación hacia las personas de las diversidades sexuales, que están luchando por más de 40 años contra el estigma por el VIH. Es importante que la población tenga una información correcta, para no estigmatizar ni discriminar y además considerarse que no están a riesgo de contagiarse la viruela del mono. Cualquier persona, independientemente de su orientación sexual, puede transmitir la viruela del simio.
Todos los países deben estar en alerta para identificar inmediatamente los casos de viruela del mono para ayudar a controlar la mayor propagación de este virus, mediante la información adecuada, la detección, identificación y aislamiento rápido de los casos de viruela símica. Aunque todavía se están investigando los modos exactos de transmisión del brote actual del virus de la viruela del simio, las estrategias generales de precaución contra la actual pandemia de Covid-19 también pueden ayudar en gran medida a limitar la transmisión y propagación del virus.
Las lecciones aprendidas del VIH y sida mostraron que los prejuicios sexuales, el estigma y la discriminación obstaculizan las respuestas adecuadas a una nueva situación sanitaria. Por ello, es necesario desarrollar respuestas comunitarias teniendo como base la confidencialidad y el respeto a los derechos humanos de las personas que se infectan con el virus de la viruela del mono.
Por: SULMA VARGAS LLANOS, médico tratante IpDH – Bolivia
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